Apenas terminaba el 2014 y ya me había topado con 2 haters... y en pleno 1ro de 2015 ya estaba frente a otro con el monitor de intermediario...
Hater es el superlativo de hate, odio en inglés, o lo que es lo mismo "quien más odia" o "más odios@".
¿Quién es hater? es la pregunta correcta, porque lo cosificamos preguntando ¿qué es un hater? cuestión de expresarnos bien no es, en serio, las personas (así sean despreciables en el instante) no merecemos que nos traten como objetos.
A reserva de otros conceptos que encuentren, un@ hater simplemente odia. ¿Por qué odia? pues uno podría hacerse su chaqueta mental y hasta astral para tratar de entender los motivos por los que se encuentra amargado o quiere joder con su sentimiento negativo.
Lo gacho de un@ hater es que su sentimiento de odio, causado por una frustración seguramente, puede causar una intención principal: intentar joderte, para hacerte sentir igual o peor que si mism@.
Su servilleta acostumbra dar monedas el último día del año a gente desconocida y que en apariencia parezca que lo necesita; este año no fue la excepción y hasta me puse más cuca y armé bolsitas... digamos que me tomo muy en serio eso de compartir lo que tengo, si quieren como ritual, pero a mi me hace sentir a gusto conmigo misma. Total que me quedaba la última bolsita cuando me encuentro caminando a lado de mi novio después de ir a la última función de cine de nuestro 2014.
Un año interesante; me ha dado muchos aprendizajes que espero practicar en este nuevo. Nunca había ido a una sala VIP. Ya saben "todos tenemos un hater dentro" (y nos cuesta un ego admitirlo), más grande o más pequeño, más irracional o más sincero, pero formado de ideas incrustadas desde pequeños tal vez, o meramente porque nos casamos con ideas que nos embonan con lo que estamos viviendo en un momento. Y yo, (como todo buen hater), tenía la idea que era demasiado superficial y sobre todo consideraba que el asistir a una sala VIP era caer en las garras del marketing oscuro, ese que te trata de convencer que necesitas objetos para ser feliz.
Y sí, esas salas ofrecen esa oscuridad superflua pero también ofrecen una comodidad y a su vez una sensación de bienestar cuando lo compartes con quien amas, que la neta a menos que tengas mucho billete, no podrías disfrutar en tu casa. Y otra neta, yo odiaba el hecho de pagar tan alto precio por unos instantes gramados de felicidad, pero como toda hater, lo último que hice fue experimentar o investigar antes de odiar.
Pero siguiendo con los otros haters nivel WTF que me topé, al caminar y ver a un indigente, le ofrecí esas monedas y me mandó al carajo negando con la cabeza... sentí feo porque me dije "si lo necesita ¿por qué no lo quiere?". Y tanto mi novio como yo caímos en 20 que es respetable, por los motivos que sean, que alguien no quiera recibir nada de ti. A las pocas cuadras, una niña me aceptó con gusto el donativo, y hasta nos deseó feliz año. Creo firmemente que lo que alguien desprecia, otro lo valora... y vaya que lo agradece cuando lo tiene. Así como el amor y el odio, es equilibrio. Ese como muchos haters, y me incluyo, odian pero no hacen daño, y quien sabe si se hagan daño a sí mismos.
Después fuímos a una tienda de autoservicio a las cuales la neta, sólo asisto para compras de urgencia (cuando necesitas adquirir algo y ya está todo cerrado te hacen un paro) porque prefiero apoyar la economía local comprando en establecimientos pequeños pero no soy tan hater como para quedarme con las ganas de algo, y el caso es que a un metro de la entrada se encontraba otro indigente sentado en cajas de cartón. Mientras hacía fila para pagar, vi por la ventana que el indigente sonreía y justo a mi lado estaba un refrigerador.
Compré una manzana, porque la neta pensé: "para qué le doy dinero si lo que más ha de tener es hambre" y ahí voy a dársela cuando sin mirarme a los ojos la tomó y la dejo caer a mi lado poniendo una mueca de esas "mala cara".
Me dio miedo y quise huir hacia donde estaba esperándome mi novio; cuando nos íbamos, el indigente se levantó y lanzó la manzana hacia el techo de una casa vecina. Este sí que me hizo llorar... yo sólo quería hacerlo sonreír y terminé haciéndolo enojar. El fin de año me pone bien emo... y sí, me rompió el corazón un hater, lo que no debería dejar que pase porque no sólo es darle gusto, es perder tu poder interior si decides que no volverás a actuar así o lo que es lo mismo, que por uno paguen todos.
¿Lo debí enfrentar? creo que no, uno no sabe cómo reaccionará alguien realmente enojado, más vale ignorarlos. Lo que pasó pasó... aveces simplemente hay que experimentar sin más ni menos. Y mi novio me hizo entender que sí, hay gente enojada con el mundo, con la vida o consigo mismos, que de plano quiere seguir como está, y NO quiere ayuda.
Definitivo, no voy a dejar de ser yo misma porque no me salió una acción o porque otra persona no actuó como yo quería, y justo al día siguiente para comenzar el 2015 un hater me hizo recuperar esa "muchosidad" que dejé en mis lágrimas. El típico hater o troll que andan posteando y etiquetándote para "convencerte" de que tus ideas son tonterías y eres inferior a ellos... la verdad hasta me da flojera describir la situación, pero a este hater megalómano sí lo enfrenté con la mejor manera que se puede: jugar con un toque de sarcasmo encontrando sus incongruencias (creánme que es un juego mental muy divertido y ejercitador) para terminar (cuando me dio flojera seguir jugando) dándole la razón a su "criterio". Neta es una pérdida de tiempo tratar de rebajarse ante el comportamiento de "soy superior" de much@s haters y creo que no hay como enfrentarlos (siempre que nuestra integridad física no se vea en riesgo). Pero definitivo, hay que comenzar con el hater que llevamos dentro.
En conclusión, los haters somos ignorantes (tenemos argumentos cerrados y cuadrados) y hasta esclavos del objeto de nuestro odio (si es una persona) pero lo peor es que hay haters que lo externan y tienen mucho para ser felices pero no lo quieren ver... ¿pobres? creo que siento compasión por los haters como yo que no le hacemos daño a nadie con nuestras creencias, pero si su mundo es tan pequeño e infeliz que tienen que llevar su ira a intentar joder el mundo de otros auto defendiéndose con su insana y falsa autoestima, no siento más que ganas de reírme con ellos (sí, aveces soy muy cruel pero que diablos). ¡No permitas que un hater te haga odiarlo y menos permitas que logre su objetivo!
Soy de las que intenta tratar como quiero que me traten porque el ponerme en los zapatos de otro no es tan fácil, y menos entender sus motivaciones o acciones, y si con mi misma hater juego a ponerme en mi lugar cuando se presenta la oportunidad, imagínense como juego con otros... me divierto mucho más.
Así que bienvenido 2015; seguro que por cada hater hay un lover, así que como dicen "I LOVE MY HATERS".
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