noviembre 25, 2022

Padrecitos y tipejos machitos, y el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer: mobbing y micromachismos

 ¿No hay machismo? ¿No hay violencia de género? ¿No hay violencia contra la mujer?

A mi me violentó un "Padrecito" y un "tipejo"... de hecho fueron 3. Entiéndase que violentar o ejercer violencia contra la mujer no es nada más algo sexual. La violencia de género va mucho más allá y está muy cerca de ti.

Hace unos años trabajé en una Asociación Religiosa. Nunca he tenido problemas con las preferencias de otros, y fui educada católica, aunque me gusta más definirme como agnóstica teísta. Sí, soy una persona muy espiritual. Quien me conoce lo sabe. Creo en el Universo, en Padre-Madre, en los seres de Luz... y en el Bosón de Higgs.

Tan creo que ese año iba a casarme - y me casé por dos religiones y por el civil- así que me sentí obligada a tener un trabajo estable.

Por eso no dudé en comenzar a laborar en un lugar así; irradiaba paz, se sentía la tranquilidad y sobre todo, me daba esperanza. Me sentí estable.

Entré como Webmaster Jr. Soy webmaster Sr. desde hace muchos años, y aunque casi todos mis proyectos hoy están sólo en el recuerdo, me ha dado de comer. No se si sepan, pero ser una mujer Webmaster Sr. no es nada fácil. En sí todo lo que es Nuevas tecnologías, Sistemas e incluso ingenierías, todavía son sedes de estereotipos de género.

Y no es que yo sea la más grandiosa Webmaster, pero sí hago bien mi trabajo. Es uno de mis talentos. Y la verdad es el que más dinero me ha dejado. Pero aún así, acepté entrar con menos responsabilidades y menos salario.

Quien me iba a decir que en este lugar iba a terminar de cuajar mi odio al machismo, al patriarcado y sí, detesto al poder fáctico y mal encausado de los líderes, y más en específico de los líderes religiosos.

Admito que no me gusta estereotipar, por eso es que nunca pensé encontrar ahí tanta violencia de género.

De entrada, muchos de los padrecitos que conocí, mínimo el 50% de los que yo traté, se comportaban demasiado afeminados. No soy homofóbica, pero esa religión y otras más sí lo son. Sigo asombrada de como la gente se hace mensa, mandando a sus hijos a seminarios, creyendo que serán hombres de Dios nada más.

En los 4 años que estuve, 1 padrecito dejó la sotana y se casó con una de sus colaboradoras, después de que ambos resultaron embarazados.

Otro padrecito que conocí, tenía fama de "toquetón o coquetón". A mi no me violentó, pero supe que sí lo llegó a hacer con varias mujeres. Una vez me senté a su lado, y sin conocerme, así platicando, se me recargó en el hombro al contar una anécdota. Honestamente no me ofendió, pero sí me sentí un tanto invadida. Me llegaron a contar que incluso tocaba muslos, abrazaba, o daba besitos en la mejilla al "platicar".

Pero el colmo fue ver a varios padrecitos, dándose la gran vida. Ropa cara, carros del año arrendados, comida demasiado decente, habitaciones demasiado decorosas, con todas las comodidades que se imaginen. Tampoco voy a decir que viven como hijo de Slim, pero si les puedo decir que viven como si ganaran $30,000.00 MX (cerca de $1,500.00 dólares americanos) mensuales. Algunos, los directivos, viven mucho mejor.

Volvamos a la violencia contra la mujer que me tocó... o que me aplicaron.

El primero, fue el Director del Área donde comencé a trabajar. Sabiendo que yo tenía muchas más capacidades, decidió refugiar a uno de sus amigos, el Webmaster Sr., y ser indolente. El tipo "quesque webmaster" faltaba una vez a la semana, llegaba tarde 3 días, tenía los sitios web hechos con las patas, y no sabía ni siquiera el 30% de lo que era su puesto. Pero era su amigo... y era un "pobrecito". Ya saben, el típico que "se hace la vístima".

Al año de trabajar ahí, me di cuenta que yo tenía todo y hasta más para tener ese puesto, al que por cierto pagaban mucho más, e incluso hice propuestas de sitios web que el padrecito ignoró. Llegué a pensar en renunciar de tan mal que me hacía sentir el hecho del favoritismo, el compadrazgo y el cinismo. Pero me dolí más saber que yo podía hacer mejor el trabajo y que se me negaba la oportunidad.

Después de un corto tiempo, demostré que yo era la adecuada, y me dieron el puesto. Lo digo con humildad porque sí, tuve que ser honesta y decir cada falla de los sitios web. Y no fue mi culpa que corrieran al tipo, solito cavó su recisión de contrato.

Poco tiempo después me pidieron recomendar a un compañero para armar un nuevo departamento. Y así lo hice, recomendé a quienes consideré aptos, sin más ni menos. Tal vez mi error fue no jugar al nepotismo. Y estoy muy orgullosa de ser así. El caso es que ganó el puesto un tipito.

Ya siendo Webmaster Sr. un día me invitaron a una junta, en una lugar apartado de las oficinas. Me sentí honrada.

Este segundo padrecito, en plena junta donde yo era la única empleada, frente a otros 4 padrecitos, me alzó la voz, me quiso intimidar y me quiso imponer su mando. Sí me intimidó, pero no logró quitarme la dignidad así que contesté como a cualquier persona que tiene una duda y yo se la respuesta. Si yo hubiera sido hombre, les juro que hubiera aceptado el tomar unos tragos con ellos, porque me los ofrecieron. Tenían a manos llenas bebidas, snacks, en fin, pero lo pensé muy bien y decidí no hacerlo. Sabía que "me vería mal". Obviamente nunca me hice amiga de ninguno de ellos, pero al menos logré su respeto a nivel laboral.

Regresando al tipito, según nos hicimos amigos. Le compartí mis proyectos, le pasé incluso plantillas para presentaciones. Y el muy bribón me hizo creer que erámos equipo.

Este tipito, era amigo del tipo quesque webmaster, y ni así quise ver lo que ya sabemos "dime con quien andas, y te diré quien eres". Este tipito se esmeró en hacerse odiar entre los compañeros, y con el me pasaron a odiar a mi también por apoyarle. Además comenzaron envidias, chismes y lo peor, mobbing.

Total que al ser compañeros, nos asignaron a otro Director, otro padrecito. 

 El tercero, el peor; le confesé mis miedos laborales ya que varios compañeros me comenzaron a tratar con recelo. Le expliqué cada uno d emis miedos, incluso con lágrimas. No lo hice para ser amigos, pero sí lo hice para expresar un poco del mobbing que estaba viviendo y que constara que no quería reportar a nadie.

Nos dieron un curso de mobbing... que no sirvió para nada, más que para afianzar la división entre compañeros y claro, al estar mejor pagada, creció más la envidia.

Al pasar los meses el padrecito decidió contratar a un jefa que nos dirigiera al tipito y a mi, cosa que realmente me pareció injusto pues habíamos demostrado ambos ser capaces de llevar tal cargo, y lo peor, el tipito comenzó a pelear por ese puesto, así, porque yolo.

Le valió llevarme entre las patas contando al padrecito muchas de mis intimidades que astutamente conoció cuando platicábamos.

Definitivamente me han visto la cara muchas personas, pero el tipito se llevó el premio al mejor "con esos amigos para que quieres enemigos". Y lo peor, el tipito se hizo gran amigo del padrecito... la historia se repetiría.

Así que contrataron a un tipejo. Este personaje, desde que me conoció se portó un tanto arrogante. Además el típico me quiero hacer el chistocito, el jovencito y el creativo usando spanglish y más modismos que la verdad, sólo si estás en secundaria vale la pena esforzarte tanto por conocer el neo-vocabulario. El típico inventado.

El tipejo decidió sin si quiera platicar conmigo que yo era un mal elemento. Ya que había platicado con los compañeros envidiosos. Y claro, platico con el tipito. Juzgar a alguien sin conocerle es la peor ofensa. Se subió al tren del mobbing con los otros compañeros.

A los dos meses, el padrecito y el tipejo simplemente decidieron despedirme. Según el tipejo que porque le pidieron un puesto y yo era el elemento más débil. ¿El tipito me quiso hacer a un lado? ¿le hicieron caso a los chismes? No sé, pero le demostré al tipejo que mi trabajo era valioso. Incluso me felicitó. Pero como no tenía amistad con ellos, y claro, como no estaba dispuesta a trabajar en domingo sin paga, y como es más importante llevarte bien con los compañeros y hablar de fútbol que cumplir a cabalidad con tu trabajo, decidieron correrme.

Al menos su corta moral hizo que mi finiquito fuera justo. Según ellos quisieron liquidarme muy bien, pero sólo cumplieron con la ley, no me hicieron ningún favor.

Así que no me digan que no hay machismo en esta sociedad.

6 personas me violentaron en 4 años paulatinamente, pero ninguno se quedó con un gramo de mi dignidad. 3 eran "hombres de Dios" y los otros 3 no les puedo siquiera llamar hombres, y lamentablemente sí son progenitores; esas 6 personas conmigo fueron unos cobardes, hipócritas y sin nada de moral... ni de honor.

Gracias a ellos, porque hasta cuando pierdes ganas, hoy hago lo que amo, desde mi casa y mucho mejor pagada.

El finiquito me sirvió para pagar parte de la escrituración de la casa de mi marido, quien a su vez, me donó el 50%: soy la mujer feminista más felizmente casada que he conocido.

Así que la estabilidad llegó y espero que dure mucho tiempo. Y hoy es 25 de noviembre y quiero gritarle a cada padrecito y a cada tipejo que son machitos:

Tomen una mandarina (ME LA PELAN Padrecito Pepe, tipejo Jorge, Padrecito Juan, tipejo Alberto, Padrecito Luis y tipejo César Antonio )

Quienes hemos sido víctimas de Violencias Machistas logramos tener éxito en alguna parte de nuestra vida, y eso es Dharma. Juraría que el #Kharma de todo agresor es que tiene una hermana, esposa o hija... y ellas no tienen por qué pagar más. Por favor Universo, Ni Una Más.