Pues es inicio de año y me doy cuenta que realmente la gente esta más enferma de lo que pensaba... hace tiempo me dí cuenta que también estaba enferma y empecé a intentar curarme... y creo que lo estoy logrando, pero es un hecho, traigo un pastillero a la mano y procuro no salir sin él, aunque crea que ya no lo necesito.
Enfermedades aplastantes hay muchas, pero las que me constan últimamente y me tienen realmente impactada de lo que puede llevar a hacer en cada humano se llaman culpa y rencor.
Creo que la gente se permite muchos placebos de ocasion, y también se enconcha cuando ha encontrado algo que le causa una sonrisa; con esa sensación de sanidad que guarda las culpas y los rencores donde no están presentes, se entra en una zona de confort que hace sentir que así esta sano, así esta bien y omite las oportunidades para seguir creciendo o mejorando además que en muchos casos la sonrisa va mutando a mueca hasta desaparecer. Y la culpa y el rencor ahí siguen y seguirán hasta que decida afrontarlas, o de plano lleve a una fase terminal, para cada quien o en relación con otros.
Lo curioso es que hay gente que no padece de culpa y generan rencor o los que padecen de culpa y se tienen rencor a sí mismos, o muchas variables más de este dueto, pero el peor de los casos es de quienes se culpan, culpan a los demás y tienen rencor para ellos y para mucha gente más.
No pretendo cambiar al mundo pero he encontrado que la cura a ese par de enfermedades se llama perdón, que con el tiempo se transforma en tranquilidad, olvido y experiencia, y que en conjunto, atraen a otras enfermedades que deberían ser crónicas y con las que cuesta lidiar en un mundo lleno de placebos y enfermedades: La Felicidad, El Amor y La Expansión.
Y de eso pretendo traer atascado mi pastillero...
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