Hay un proverbio japonés que hoy escuché en un hombre que acabo de conocer, quien por ser hombre ya tenía mi respeto y que por recordármelo, se ganó mi admiración:
"Si tu problema tiene solución ¿de qué te preocupas? y si no tiene solución ¿de qué te preocupas?"
Me encantaría agregar que toda solución se convierte en un reto, y ese reto puede traer mínimo una gran oportunidad.
"Si un problema tiene solución, tienes un reto en que ocuparte pasándola poca madre; si un problema no tiene solución, manda a la chingada el problema y dedícate a ser feliz con otros retos"
No me preocupo de los problemas, porque ya no los tengo; los convierto en retos, y me ocupo de ellos, intentando aprovechar sus oportunidades... Los verdaderos problemas llegarán a su debido tiempo.
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