Sé que no hay democracia como tal, la mayoría de los mexicanos no votó por el PRI ni por Enrique Peña Nieto, perdónanos México.
Tú sabes que existimos funcionarios de casilla honestos reclutados por el IFE y el IEDF, quienes como yo, aguantamos la jornada electoral con la mejor actitud posible. Debo decir que no tengo queja alguna de sus empleados, al menos a mi y a la casilla Sección 0567 con Distrito 30 y Distrito 24 respectivamente, nos trataron muy bien y no hubo anomalías.
Tengo tranquila mi consciencia y soy capaz de hacer cualquier revolución pacífica. Si se comprueba fraude electoral haré lo que pueda porque estoy harta de la prepotencia, corrupción y negligencia de muchos mexicanos, pero nunca haré guerra, lo que más odio de este mundo es la violencia, no la justifico y no la ejerzo. Y sino hay fraude, estaré exigiendo al gobierno por un mejor México.
Estos días he visto toda clase de insultos, directos e indirectos, argumentados o con gracia, por preferir un partido o a un candidato; como funcionaria vi gente que no comprendía que hay instrucciones precisas, que hay reglas para ser flexibles, que no somos robots y lo más triste, que el voluntariado no es tan apreciado como creía, ya que algunas personas se dieron el lujo de tratarme con ira, una de tratarme como burócrata mediocre y otras más no me contestaron ni un saludo.
Pero por las que me agradecieron recibirlos con una sonrisa, las que nos impulsaron a mojarnos, por los que hicieron titánicos esfuerzos para votar y por los excelentes compañeros funcionarios con los que compartí esta experiencia que juro no volver a vivir, escribo para expresar que no sólo son los gobernantes, ni sólo los inconscientes, ni tampoco responsabilidad de un sector(es) específico que México se encuentre como está.
Durante seis años me dí cuenta que había cometido un grave error al no votar por AMLO. No era tan afecta a leer de política en Internet, no me interesaba mucho que digamos los problemas sociales de México y lo peor, le tenía rencor.
Ese sentimiento no estaba del todo injustificado, ya que cuando el fue Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, busqué trabajo de Diseñadora sin encontrar buenos o regulares resultados dignos para un profesionista con experiencia en manejo de software, capacidad para aprender y la mejor disposición de comenzar una vida laboral próspera, carrera que estudié en bachillerato técnico y después en la Escuela de Diseño de Bellas Artes. En aquel entonces y hasta la fecha, el trabajo de diseño es subvalorado en México por muchos empresarios y ejecutivos que son distantes a las profesiones creativas; pagan poco, creen que es fácil y lo peor, creen que no es necesario para incluirlo como
gasto fijo o inversión. En muchos casos confunden al Diseño con el oficio de la gráfica impresa, con rótulos gráficos o con simplemente "dibujos y adornos". Pero no es el caso del Diseño nada más, también de la Comunicación, la Actuación y otras profesiones más.
Como comenté, le tuve rencor a AMLO, pero también a la Sociedad y también a mi misma por decidir estudiar una profesión que me llenaba el espíritu, más no me daría para vivir con calidad de vida en mi ciudad, calidad que me habían convencido debía tener basada en el ingreso económico.
En aquellas elecciones, no vote por Calderón, voté contra AMLO. Igual que ahora ví a muchos votar contra él, no por JVM o no por EPN. Además que la gente simpatizante que conocía en aquel entonces me aturdieron tanto con su terquedad de convencerme por cambiar mi decisión, y con ese apoyo psicológico desterré por completo toda posibilidad de creer que México necesitaba "SU CAMBIO". Claro que también pensé, víctima del snobismo, que era un "mala facha"... grave error.
Actualmente no me considero LopezObradorista, pero acepté que cometí un error con los años, tiempo para enterarme más, para ver más la realidad de la mayoría de los mexicanos, y apreciar lo afortunada que soy de siempre haber contado con mi familia, con amistades y conmigo misma para dejar mi rencor a un lado... o convertirlo en producción.
¿Pena me debería de dar contar esto? No siento vergüenza, es de sabios cambiar de opinión y de humanos cometer errores. De lo que sí siento un poco de remordimiento es haberme dejado engañar por el nihilismo de mi entorno, ya que desde niña leo mucho, voy al cine y sé tanto de las tragedias como de las maravillas de mi México, vaya, tengo criterio propio. Ya me había pasado con otras situaciones, pero bueno, aveces creemos que nos conviene seguir a la corriente y "lo común o lo normal" más por lo que obtenemos que por lo que nos conviene realmente.
Entiendo a cada uno de los #132, a los simpatizantes de AMLO, a los panistas, a los mismos priístas... sé lo que es tener rencor social y sé lo que es creer que ganó mi país con la pérdida de un candidato, mera soberbia. Duele mucho ver que tus ilusiones, tus esperanzas y tus decisiones no concretarse como las imaginaste, e igualmente la soberbia es un dizfraz para encubrir el dolor, el miedo y el rencor.
No sé si eres de izquierda o derecha, si votaste por el rojo, el amarillo o el azul... no necesitamos un presidente para cambiar nuestra vida ni nuestro pedacito de país, la violencia (y el rencor) no se combate con violencia (ni con rencor); se combate con paz. El saber que hiciste lo correcto en su momento, admitir un error y aprender de ello, pedir perdón si hiciste algún daño o buscar que tu dignidad se encuentre íntegra, mantienen la conciencia tranquila y te da paz interior. Con esa paz, puedes sentir y pensar realmente lo que quieres hacer. Y vaya que hay mucho por hacer para mejorar México, comenzando por mejorar uno mismo.
Hoy 3 de julio, a unas horas de que se conozca oficialmente al candidato ganador, admito que soy intolerante a las faltas de respeto, me duele ver injusticias y no me duele carecer de medios económicos para ayudar a mi país, le ayudé bastante desde las 7:30am del primero hasta la 1am del 2 de julio (sin contar los cursos de capacitación). Si hubiera tenido el dinero, le daría a cada individuo que vendió o cangeó su voto un monto digno para que no lo hiciera, porque al menos yo, no los puedo culpar por tener hambre.
A estas alturas de mi vida sé que existen muchas maneras de ayudar y muchas maneras de agredir, pero sólo existe un México, y México SOMOS TODOS por lo que si agredes a uno, nos agredes a todos y si ayudas a uno, ayudas a todos. Te pido que ayudes a México transformando tú dolor, tú indignación o tú soberbia en algo productivo, y no me refiero a recibir remuneración económica, sino a realmente hacer lo que creas que es correcto para ti en honor a este despertar, porque debemos estar muy orgullosos de que no ganó el abstencionismo, APLAUDO A CADA PERSONA QUE FUÉ A VOTAR.
¿A QUÉ TE COMPROMETES TÚ? ¿TIENES TRANQUILA TÚ CONCIENCIA?