Amo esta rola de Joan Manuel Serrat, quien compuso esta canción hace más de 4 decádas y escucharla es una de tantas pequeñas cosas para vivir...
Existe una versión de El Canto del Loco, Rock Pop super chido (No como Maná o Laureano Brizuela jojo) y hoy escuché a IKIRA BARU quien a mi gusto es una intérprete maravillosa. El caso es que esta versión es del español junto con Joaquín Sabina en vivo, donde ligan con otra rola llamada RUIDO y me cae, Serrat es de los mejores que he visto dando show.
Hace unos minutos reafirmé algo que tal vez muchos comulguen conmigo y otros no: No pidas lo que no puedes dar.
Antes de eso decidí dejar de fumar, echando humo del último cigarro que tenía... y me despedí de este vicio, al cual aunque no me crean, le tengo mucho que agredecer al igual que tengo muchos motivos para dejarlo.
Como muchos, comencé a fumar por imitación, haciendo un juego en el que participamos para sentirnos maduros, grandes y mayores. Con el tiempo no sólo le tomé afecto, encontré compañía, calma y reflexión, además de un sabor y placer que hasta ahora muchas pequeñas cosas de la vida me han dado.
Creo que la vida nos dá lo que necesitamos y nos ofrece tanta variedad de su sentido en las pequeñas cosas, pero todo tiene un ciclo y el mío con el cigarro hoy termina. Claro que necesitaré apoyo, necesitaré fuerza interior y sobre todo muchas actividades como el yoga o tomar té de eucalipto con gingko y malva (receta naturista) para suplir el placer y necesidad de la nicotina, pero no me importa el sacrificio porque me consta que lo que más cuesta siempre tendrá recompensa.
Las pequeñas cosas y placeres de la vida me han encontrado toda mi vida, aveces soy tan simple... e igualmente le he pedido a la vida que me haga disfrutarlas, pero no puedo más con la carga de pensar que al fumar no sólo me resto vida a mi, también me resto dinero del bolsillo, que obvio me serviría para adquirir o regalar otras pequeñas cosas, y sería demasiado incongruente de mi parte vivir así en esta etapa de mi vida.
Además dejar de fumar es uno de mis actos de boicot, ya que como la gasolina y más productos, subirán de precio en espera de que los consumamos sin chistar, esclavos de la inflación.
Lo más importante de esta decisión es que la hago totalmente libre y consciente, sin influencia de nadie, y lo mejor, sé que soy capaz de hacer esto y más, porque tal vez no sea una pequeña cosa que haga en mi vida, y definitivo, no creo poder pedirle a la vida más de lo que no puedo dar.
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