Por más que uno quiere ser optimista, es más chido ser positivo, y aunque parezca negativo tienes que agarrar un bisturi, tajar el pecho, poner limón y sal al corazón para revivir desde dulces hasta amargos recuerdos.
Que le hacemos, también me gusta el chamoy aunque irrite en ayunas.
Duele harto voltear a ver lo que pudo ser y nomás no es... y agridulcemente, pus no será.
Pero dolería más despertar del letargo, sin el agridulce sabor a experiencia y cometer los mismos dulces y agrios errores otra vez.
1 comentario:
Es delicioso el dolor, pero es terrible el sufrimiento
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