septiembre 02, 2011

El mejor regalo no tiene precio

Pues ya fue mi cumple . Me cantaron tres veces las mañanitas en vivo, algunas en redes sociales y con ayuda de YouTube, de hecho, mi email sigue atascado de recados del FB... y mucha gente, entre ellos mi familia, mis amigos y mi novio me han dado los mejores regalos del mundo: amor, felicidad y hartas risas.

Soy de las personas más afortunadas... me han hecho regalos bien chidos toda mi vida... desde cosas como un lapiz de cinco colores que me trajo una amiga de NY recientemente o una de esas cremas corporales que se sienten como seda y huelen a naturaleza embotellada que también me trajeron de EU... son deliciosos los aromas, o por lo menos pa mi, son un hit.

También me han regalado pedazos de alma como mi papá cuando nací que me hizo una rola mega cursi y un par de amigos me han retratado; no se diga flores, rolas dedicadas, conciertos... chale, neta que los mejores regalos son sorprendentes... porque te los hacen quienes te conocen o te quieren ver feliz. Pa mi es un hit escuchar, ver, degustar, tocar... y obvio, oler.

Es un regalo sorprenderte... de lo que te puedas y quieras sorprender, me cae que encuentras regalos hasta en las nubes. He encontrado a muchas personas en la nube, aquí en internet, quienes son un regalo. Es mucho más mi hit sentir... percibir pues.

He estado mega feliz... un pastel de esos enanos fue deborado por mi y mi galán, quien por cierto, me hizo el mejor regalo del mundo, o por lo menos es lo que muchas mujeres románticas anhelamos: Hizo público que me ama, que le importo y que... tal vez para mucha gente eso no es un buen regalo, pero pues uno que sabe lo difícil que es expresar tus sentimientos al mundo o a quien te quiera escuchar, PUTS... es otro pex.

También he andado ansiosa... un cara de niño, un animalejo que mi percepción recuerda enorme, me hizo quitarme el miedo e intentar mantenerlo al margen... pedí ayuda, pero bueno, es la primera vez en mi vida que uno de estos bichos no me roba un mega grito y puedo afrontarlo con algo de valentía... e insecticida. Ese fue mi autoregalo de este año.

Pero insisto, los mejores regalos no son precisamente caros o tienen que ser gratuitos... son los que se hacen para arrancar una sonrisa, un suspiro, un abrazo... si cuestan una quincena o son hechos desde las entrañas, es lo de menos.

Creo que el objetivo es valorar los regalos... y llevártelos, muy pegaditos y juntitos pa cuando tengas que hacer un regalo... porque regalar nomás por "quedar bien" chale... eso sí apesta y la neta, se nota.