enero 23, 2011

Fuegos artificiales

Anoche en una fiesta vi por primera vez un "torito" de cerca... y también fue lo más cerca que he estado de las "bombas" de fuegos artificiales.

Con todo y que vivo en México, no es muy común verlos tan cerca. A menos que vayas a fiestas al Estado de Morelos, que ya es por excelencia la zona en la que muchos del DF y Estado de México hacen celebraciones tirando la casa por la ventana.

Pensé que tal vez vería fuegos artificiales de ese calibre al lado de una pareja... pero al menos los vi con mi familia, y neta que no tiene precio compartir esa magia de luces nocturnas con gente que amas... las exclamaciones son lo mejor.

Claro que he visto escenas similares en otras ocasiones... pero no tan cerca. Al grado que de repente olía a cabello quemado de quien sabe quien y muchos traíamos tizna en la cara.

De niña vi un "torito" en una feria, igual, con mi familia nuclear y estábamos a muchos metros de distancia... y no se me había presentado la ocasión de nuevo... hasta anoche, todos juntos, con más familia y más cerca uno del otro.

Pensé que el año pasado durante el 15 de septiembre y con el plus del Bicentenario había visto uno de los mejores espectáculos de fuegos artificiales en la costera de Acapulco, desde un yate ubicado al centro de la bahía, con mi prima y una amiga... pero anoche superó cada experiencia con pirotecnia... y mis expectativas.

Cada año en festejos del 12 de diciembre, fiestas patronales, celebraciones patrias, fotografías o cuando he ido a Morelos de visita con una gran amiga había visto algo similar... pero ayer, fue toda una experiencia zen.

Claro que he tenido la fantasía de ver fuegos artificiales al besarme con alguien, pero a mi no me ha tocado; cada vez me sorprende más la vida... lo que planeas tal vez no resulte como tu quieres... pero te lo devuelve con algo muchísimo mejor... y cuando menos lo esperas.

No me queda duda, los fuegos artificales son de las metáforas visuales más explícitas de lo que es la felicidad... y más cuando te encuentras acompañado de alguien a quien amas... y te corresponde.

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