noviembre 26, 2010

JUSTICIA VISUAL PUBLICITARIA

A donde voy y por donde ande hay carteles, espectaculares y mas artículos donde hay chichis y nalgas... ¡¡¡que también haya pectorales y lavaderos!!!

Ya ven, hasta las aeromozas que se encuentran esperando la resolución de su trabajo hicieron su calendario... que gandallas ¿dónde están los sobrecargos? ¡He visto unos guapérrimos! y también están en espera de saber si tienen o no tendrán que cenar en Navidad... vale gorro lo que piensen los demás cuando tienes hambre, frío o a quien cuidar... pero los hubieran invitado a participar, seríamos más los que ganemos algo.

Los diseñadores, los fotógrafos, los publicistas, los mercadólogos, los de gobernación y demás personas que trabajan en medios o comunicaciones ¿son sólo hombres? ¿no hay homosexuales? y ¿las mujeres no tenemos líbido? Como le hacemos al cuento; no tiene nada de malo que una persona reciba remuneración por usar su cuerpo, es más, en toda latinoamérica parece que no tiene nada de malo ser machista o feminista...

No tengo un sólo problema si hay mujeres guapas y menos tengo problemas si hay hombres guapos... tengo problema en que si hasta en la sopa está el sexo, porque hay una que se llama pipirín que es uno de los tantos apócopes para refereirse al pene ¿Por qué no hemos evolucionado la equidad de género?

Diaro veo como en las redes sociales hay algún machito compartiendo enlances de calendarios, fotos y videos de alguna estrellita guapetona enseñando las nalgas y las chichis, material producido por algún medio. No se si lo hagan por "compartir", porque en su entorno no ven gente guapa y cuando ven una se ponen eufóricos, o porque lo hacen para competir y quedar "como sementales" frente a "otros sementales", pero de que lo hacen casados, solteros o con pareja, lo hacen frustrados (no se si su frustración sea sexual, económica o consigo mismos) pensando en que "tienen que quedar bien frente alguien"... esto tiene décadas, nada más que ahora es más inmediato.

He recibidio calendarios, fotos y videos de hombres guapérrimos por email gracias a varias "machitas", y también han llegado a mi bandeja por equivocación, material porno que envía otro machito a sus cuates; no tengo un problema con la industria, es un negocio y hay gente que trabaja ahí por un salario o remuneración, he aprendido mucho con la contemplación pornográfica en mi intimidad, pero en lo que llevo con cuentas de redes sociales, sólo conozco a una mujer brava con los pantalones de subir fotos de hombres lavando carros en facebook, ya saben, de esos pobrecitos que no tienen ropa, sin tener que esconderse de la gente que conoce... la neta se lo agradezco, un buen taco de ojo no se le niega a nadie, y más le agradezco porque es la primera vez en toda mi vida que gozo de una experiencia lujuriosa colectiva y públicaMENTE.

Lo que se me hace increíble es que esas dinámicas y más negocios que explotan la sexualidad "sea normal" que las personas no acepten su responsabilidad, que muchas mujeres las critiquen y hasta se hagan las ofendidas, pero eso sí, "a escondiditas sí las comparten"... Y que muchas mujeres acepten acaparar mercados sexuales sin darle oportunidad a los hombres... y pior, que las juzguemos si ni siquiera las ayudamos. En serio, felicito a cada aeromoza del calendario por ser mujeres bravas y a toda persona que hace algo por vivir mejor sin importarle lo que piensen los demás.

Por eso me encanta la cultura de los homosexuales autoaceptados y agradezco a las sexo servidoras; ellos iniciaron su propio mercado, han crecido negocios y han ganado batallas legales por sus derechos, y creo yo, van por más. Con todo y que la ley sí los acepta y los ampara, otras personas basándose en otras leyes a su conveniencia no los aceptan y los rechazan... los marginan con sus prejuicios.

El cuerpo humano y la preferencia sexual son de cada quien. UltimadaMENTE cada quien hace con lo suyo lo que quiere. Cultural e históricaMENTE son las mujeres quienes iniciaron el oficio de la prostitución actualMENTE llamado por respeto sexo servicio que va desde renta de cuerpo hasta llamadas telefónicas, porque prostitución o rentarse, lo hace más de medio mundo y corrupción son los hombres quienes aceptaron esa opción y les gustó, tanto el autoaprobar su goce como tener ganancias mayores... seguro que había homosexuales en la antiguedad ¡sí tenían de que esconderse! Y para mi molestia y la de muchos homosexuales es aberrante que la gente sí puede aceptar erotismo en horarios matutinos y no puede aceptar ver como una pareja homosexual se da un beso.

Ya es hora de ser justos... yo no me escondo de nadie, mucho menos de mi. Soy heterosexual, tengo amigos homosexuales varones y me molesta mucho que por cada diez anuncios, portadas y artículos promocionales con cuerpos femeninos sugestivos, si acaso hay uno de cuerpos sugestivos varoniles. Por cada 5 edecanes hay un gío, y eso, no en todos lados.

Muchos hombres y mujeres tienen pánico a como les vayan a juzgar (en la cama y a su cuerpo) y tienen una efuria hasta enferma cuando ven cuerpos ajenos... yo no, en primera porque desde niña me enseñaron el cuerpo humano; vengo viendo desnudos desde que recuerdo... y también desde que recuerdo es normal y aceptable ver mujeres sugestivas... pero desde que despertaron mis hormonas me vengo preguntando ¿Por qué es normal ver chichis y nalgas y no es normal ver pectorales y lavaderos? ¿Por qué a las personas les molesta ver que hay gente más guapa si a mi me gusta? ¿Por qué las personas no comunican lo que les gusta y lo que no les gusta?

Cuando tenga galan le voy a decir ¿quieres que use lo que te gusta? ponte lo que a mi me gusta: COMUNICACION PAREJA y COMUNICACION DE PAREJA. ¿Qué ganaría en decirle lo que no me gusta de su cuerpo? Pero ganaría mucho si le digo lo que me gusta, lo que no me gusta de la convivencia incluyendo la ropa de mal gusto y lo que me gusta de su cuerpo. No perdería nada, por el contrario, gano seguridad. Es más, creo que hay más egos heridos que aceptación y comunicación en las parejas, las familias, los trabajos, la publicidad... cuando se trata de sexo servicio, es porque no hay que comer. Las personas tenemos la gran responsabilidad de no controlar sexualMENTE a nadie, tenemos el derecho de explotar nuestra sexualidad y nuestro cuerpo, y todo derecho tiene una obligación.

Pero como estoy y no se cuanto tiempo más estaré de a solapa y sin ganar tanto, soy realista. Con o sin pareja, el cuerpo humano es cuerpo humano, tiene mercado, es un negociototote y yo no tengo tan buen cuerpo. Entonces, con o sin pareja, lo mínimo que puedo pedir es equidad de género para que por fin terminemos con injusticias sociales como la que se festejó el pasado 25 de noviembre que junto o por aparte del Día de Dar Gracias (Thanksgiving Day) en EU, el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer; la violencia es un problema que se resuelve con educación principalMENTE en el entorno y con información en los medios, porque también hay violencia contra hombres, niños y animales... nuestro entorno está plagado de injusticias, principalMENTE visuales: una víctima y un victimario de abusos domésticos lo permiten porque es lo que aprendieron desde niños y ninguno tiene la seguridad de pedir su respectiva ayuda.

¿A cuántos niños se les enseña a conocer y respetar su propio cuerpo? y ¿Cuántas personas se hacen responsables de su cuerpo?

Mi cuerpo es mío, no lo comparto con cualquiera y mucho menos con quien no lo valore... lo respeto muchísimo. No soy hot exhibicionista graTUITERA y tampoco me doy golpes de pecho, eso arde... soy responsable de mi cuerpo y de lo que comunico con él, incluyendo lo que escribo, las fotos que me toman, las que decido poner online y cuando he tenido pareja le respeto y pido respeto, porque no voy a pedir algo que no puedo cumplir.

Hombres y mujeres, heteros, homosexuales o bisexuales, en tangas, boxers pegaditos o en la ropa que le guste a su pareja y te guste ¿Comunicas a tu pareja tus gustos? ¿RealMENTE reconoces tus gustos? ¿Respetas los gustos de los demás?

Si la comunicación desde pareja o en casa es nefasta, como esperamos tener medios de comunicación y publicidad decente... porque decencia en la comunicación no es lo mismo que sugestión, manipulación o callar temas complejos, es ser congruente, objetivo y equitativo.

Me gusta ser una persona decente y no por ser mujer soy más o menos que ningún hombre u otra mujer. La satisfacción sexual comienza con la aceptación de tu propio cuerpo, que como es así es, desde que naces lo traes y convives con el todo el día, al igual que tu sexualidad ¿Aceptas realMENTE tu cuerpo? ¿Cómo te responsabilizas de tu sexualidad? ¿Cómo usas tu cuerpo diariaMENTE?

DifícilMENTE aceptamos lo propio, y facílMENTE esperamos que alguien venga, nos acepte y nos llene de aplausos, de cariño o de dinero, de jodido en nuestras fantasías... no compraría un calendario de sobrecargos para hacerme chaquetas mentales, pero sí lo compraría por apoyarlos en su economía y se lo regalaría al primer puesto de mercado que me encontrara porque ahí es donde más he visto mujeres con cara de insatisfacción... ¡TACO DE OJO PARA TODAS LAS PERSONAS!

LamentableMENTE mi propuesta es excluyente... para la gente invidente; lamento que nunca se pueda complacer a toda la población y por eso exista la segmentación de mercados, pero todos tenemos la responsabilidad de mínimo apoyar a quien consideremos marginado con lo que podamos... porque sino hacemos nada, nos seguiran engañando y faltando al respeto, desde el gobierno hasta en pareja... que exista equidad de género hasta en calendarios y en cada persona; yo comienzo por dejar de autoengañarme, aceptándome y respetándome igualito que las aeromozas y cada persona que hace un cambio para mejorar su vida.

Mi porra, lema o como le gusten llamar a esta humilde manifestación: ¡Guapos, Pectorales y Lavaderos! ¡Guapas, Chichis y Nalgas! JUSTICIA VISUAL PUBLICITARIA

Como decimos las mujeres bravas: si no puedes con ellos, úneteles. Elogio a la mujer brava es un artículo del grandioso Sr. Héctor Abad, quien corrobora mi convicción de la equidad de género, y del que muchos matrimonios y parejas pueden aprender en su libro El amanecer de un marido.

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