noviembre 13, 2010

Cartas a destruir

En el mundo musical popero hay una que otra balada excelentemente bien hecha; Miguel Bose es de los pocos casos, y Benny Ibarra también. He coincidido con varios rockerones que Bose es otro boleto, e igualmente algunas rolas de Benny, porque hay que decirlo, Benny ha hecho canciones muy cursis, pero soy mujer y me llegan.

El caso es que la letra de esta canción es como un acuerdo interior, como una carta, como arreglar un fix... Al inicio del video, que por cierto me gusta mucho, aparece un letrero que me encanta "¿Vas a morir soñando o despertar amando?"



La carta del video tiene unos textos... Hay uno que dice "Traicioné la fe que tenías en mi" y casi al final del video, aparece la estrofa más importante de la canción para terminar la carta con un párrafo: "El que hayas leído esta carta me libera de mi mudez..."

He hecho muchas cartas que nadie leerá, para quemarlas o para destruírlas con el único objetivo de sentirme libre; al destrozarla, me imagino que a quien la dirijo la lee... y me ha funcionado. En algunas culturas les llaman cartas de perdón; yo las hago desde que una vez ofendí a una amiga como a los 14 años, y tenía toda la intención de dársela, pero no la quiso recibir... tuve que destruírla... y seguir con mi vida. Claro que hice un berrinchote, imagínense lo frustrante que es humillarte para que te ignoren, pero no lo hice ni en frente de ella ni de nadie... mis berrinches, son míos. He sacado encabronamientos frente a otras personas que después me han avergonzado y he ido comprendiendo, pero berrinches o chantajes sólo a mis padres y los dejé de hacer en la preadolescencia... Para platicar mis sentimientos más profundos, incluyendo la ira, sólo a quien le tengo confianza... incluyendo a mis padres, a mis hermanos y a amigos. Y compartir lo que me ha ayudado a ser feliz, lo hago hasta con las piedras. Pero para humillarme, solo yo.

Es muy cierto el refrán "Habrá quien te ame, pero no que te ruegue". Me consta que cuando amas, no ruegas... Y si esperas que alguien te ruegue, te aprovechas de que te rueguen o ruegas hasta humillarte, ni lo amas y ni te amas. Aceptar que te equivocaste sólo depende de ti. Que acepten tus disculpas, no depende de ti. Que aceptes una disculpa y realmente la perdones, depende que tan libre eres... porque sino te perdonas ¿a quién y de qué podrás perdonar? Y sino ves tus propios errores, no creo que veas y aceptes quien eres... mis errores son míos, y sí, pido perdón hasta que me sienta bien conmigo misma.

Esta rola es algo similar... de inicio a fin, la letra es liberadora. La interpretación es genuina. La música es delicada. Integralmente, es una canción para el alma de los que nos damos cuenta que hemos cometido errores y ya no queremos cargar con ellos, porque nos hemos castigado lo suficiente, porque hay mucho más por vivir o porque no podemos hacer más que sentir... para luego seguir a las múltiples sorpresas del destino, que aunque parezca cruel o bromista, sólo depende de ti y de que aproveches cada oportunidad.

He tenido que destruir muchas cartas que me han hecho y deshacerme de objetos que me han regalado por salud mental; no es sano guardar cosas que te traen recuerdos tristes o que te hacen enojar. Guardo muchísimas cartas de relaciones que no rompí o que siguen vigentes... y guardo fotos de relaciones que han sido trascendentales en mi vida porque me recuerdan lo feliz que he sido... a las cartas, que vengo guardando desde que era niña, junto con boletos de viajes, paseos o conciertos, algunos documentos y a algunas fotos, les tengo un destino para mi funeral... quiero que me incineren con ellos, y que tiren las cenizas en un arbol, no me importa donde, pero quiero llevarme conmigo la evidencia de mis mejores momentos... mis mejores recuerdos, siguen conmigo, y los peores, están liberados... creo que seguiré haciendo textos para destruir la incongruencia... algunas veces basados en mis recuerdos y otras en lo que aprendo... y seguiré aprendiendo a vivir... ese es unos de mis destinos.

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