junio 16, 2010

Cuéntale a un espejo

Despertó tranquila, sin gota de maquillaje y vacía de emociones, así que tratando de entender sus sentimientos, dió gracias por una nueva mañana, salió en busca del Espejo Consejero y al no encontrar morral, bolso o mochila que colgarse, decidió llevar sus sueños.

Cuenta la leyenda que el Espejo Consejero nació del más puro mercurio enviado del cielo y que sus consejos son mensajes tan divinos, que quien los escucha aprende a volar y hacer magia con su vida.

Antes de salir se preparó un café "pa´hombres", más que pa´despavilarse, pa´ darle sabor al trayecto, y sin alterar la percepción de sus anhelos, siguió al sonido de la intuición, porque sólo así se llega al Espejo Consejero, ya que se necesita dejar de lado la razón, con algo de interrogación, una pizca de inteligencia pero con convicción de que los intentos, son los que llevan a su destino.

En el camino recordó caídas y golpes, y a cada paso vigilaba que ningún sueño se le escapara por alguna herida; sin infecciones ni costras, entendió que cada sueño se había vacunado con cicatrices de experiencia, de esa que llega con líquido salado, embarrada con mermelada sabor limón, adherezada y enderezada en la mente... Y pensó: "La Experiencia es como las estrellitas metálicas de la etapa pre-escolar; Se pega con saliva propia o ajena a la frente, sin importar su color sabes que es un premio brillante, no dura mucho el gusto si la presumes con movimientos bruscos, pero si te mueves con cuidado, buscas un aplauso, y aunque no lo recibas, esa sensación será permanente..."

Con ese recuerdo de su niñez, llegó frente al espejo. La única condición era que mirase con honestidad la superficie; es la única manera que el espejo refleje el alma a través de la mirada, y conociendo al alma, podría dar sus consejos. En anteriores ocasiones le había reflejado resentimientos, en otras diversas culpas, en otras timidéz y en varias miedo.. en todas le aconsejaba voluntad, además de paciencia, compasión y amabilidad, pero de los consejos que más recordaba: "Aprende a disfrutar, a enojarte y a llorar para que sientas felicidad y aprendas a identificarla" y también "De los errores se aprende para no repetirlos y con sus lecciones, aprende a no auto-traicionarte", pero el que más le había llegado "Dá lo mejor que tengas, sin que te arrepientas o te pese, procurando evitar daños y que nazca de tu corazón". Cada visita le había dado consuelo e invitado a intentar ser mejor.

Así que miró con honestidad, pero esta vez miró con firmeza, y vió que la superficie reflejaba sus pupilas dilatas, enormes y redondas, como ondas de una fuente cerebral que irriga dopamina, oxitocina y endorfinas, sin gota de estimulantes, fármacos, alcohol o chocolate... y dentro su alma sonreía saboreando su café.

El espejo le dió más que consejo una bendición: "Sin maquillaje social, vacía de emociones adulteradas y sin mochila de arrepentimientos porque haz entendido y aprendido de tus errores, las fobias y aberraciones desaparecieron conociendo cada uno de tus sentimientos... por fín eres tú". El espejo le regaló un pedazo de su espíritu para que lo llevara junto a su experiencia, bajo consigna de que sus sueños se cumplirían con el tiempo, aplicando su excelente juicio pa´ no sacrificar la sonrisa de su alma, porque sólo las almas felices llevan los mejores sentimientos, y al actuar con ellos, cualquier sacrificio vale cualquier pena... sólo así se vuela... la magia es volar por la propia vida con amor e inteligencia.

Regresó radiante a intentar cumplir cada sueño, con la seguridad de que despertaría tranquila y agradecería cada día, llevar consigo su alma y platicar directamente con el Espejo Consejero.

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