Fuí a pagar el teléfono como cada mes; me estacioné en un lugar que suele irritarme porque de ley está un "trapito", ya saben, esos cuates que se sienten dueños de la banqueta y que con un pedazo de tela te indican donde estacionarte.
Curiosamente hoy no me irritó; me dijo buenos días muy amablemente y la neta le correspondí con harto gustacho. Hice una larga fila, porque como muchos, esperamos hasta que Telmex corte el teléfono para correr a pagar. Y curiosamente no me molestó en absoluto, es más, ni me dí cuenta del tiempo que pasaba hasta que llegué a la caja. Saludé a Don Cajero, que por cierto tenía una cara de amargado - frustrado - soy un looser - odio mi trabajo, hice el pago y cuando me dió el cambio, le sonreí, agradecí y me despedí. Curiosamente hizo una mueca casi sonriendo.
Entonces que llego a la nave y que el trapito se acerca a dirigirme; el mes pasado me le fugué de lo que atendía a otro cliente jeje. El caso es que hoy le hice caso, seguí sus instucciones, saqué 4 pesos de cambio y se los dí. Curiosamente busqué más pero pus la neta aunque quisiera no podía darle más, y antes de tomar el dinero, me miró a los ojos y me dijo: Gracias, que tenga una Feliz Navidad!!!
Ya estaba de buenas, y con el mismo gusto, le respondí: Igualmente, Feliz Navidad!!! Tomó los 4 pesos y me sonrió, sin morbo, sin reclamo, sin nada más que una buena intención.
Un "Trapito Navideño" me hizo el día, y hasta ahorita, sigo de buen humor.
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